A continuación encontrarás enlaces a estudios de posgrado, seminarios y otros cursos en los que participo y cuya convocatoria está abierta.
Un mapa de Nunca Jamás / Laboratorio Emilia
Yo, mediador / Troquel
Máster en Libros y LIJ / UAB
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Por acá ando como en tres pistas: presentando mis libros, impartiendo talleres para niños, niñas y jóvenes y dando charlas a especialistas.
36 Congreso Internacional de IBBY
Congreso Internacional de Lectura IBBY Cuba
Feria del Libro de Minería
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Colaboraciones:
Instituciones de las que he recibido apoyo para investigación o becas de creación artística o con las que colaboro como lector voluntario, consultor o profesor.
Intentar hacer sentido de la muerte, imaginar que hay vida después, interpretar señales desde el más allá, ver pasar una sombra o escuchar una voz, sentir una «presencia»… pero también […]
Intentar hacer sentido de la muerte, imaginar que hay vida después, interpretar señales desde el más allá, ver pasar una sombra o escuchar una voz, sentir una «presencia»… pero también que el difunto salga del ataúd por su propio pie, toque a tu puerta, te pida un café o… intente sorberte los sesos.
Animar a los muertos ha sido una de nuestras ficciones más recurrentes. Muchas veces los integramos a narraciones recordando sus palabras, preparando sus platillos favoritos, reconociendo manías heredadas… Otras, describimos una resucitación o una reencarnación. Muchas más, la ficción se vuelve terrorífica porque el susodicho vuelve en vivo (o en muerto) y a todo color (o medio verdoso) para cobrar venganza o nomás para dar un buen susto, tirar mordidas e incrementar su prole.
Espíritus, cadáveres, momias, zombis pueblan las historias de tradición oral y mitologías desde hace milenios y abundan en los libros desde hace varios siglos. Así, de boca en boca, y luego, de página en página, hemos intentado conjurar el final de una vida con palabras que la extiendan.
Ilustración: Matías Trillo.
En esta entrada encontrarás muertos vivos «buena onda» y otros que preferirás evitar, y también algunos títulos para pensar menos agitadamente en la muerte e intentar encontrar algo de calma.
1. Vida del muerto
David Wapner y Matías Trillo. Calibroscopio, 2021. Argentina.
El difunto en este álbum «vivía bien su vida de muerto» en un pueblo de vivos, un poco tétricos, pero coloridos. Su trabajo consistía en ser velado y enterrado; luego, él mismo se desenterraba. Cada día lo mismo.
En su tiempo libre: leía el periódico, salía a pescar, escuchaba música, andaba en bicicleta… Hasta que se fue haciendo viejo, decidió jubilarse y esperar a la… ¿muerte? ¿Cómo afectará al pueblo el cambio de vida del muerto? ¿Buscará el más allá cuando ve las estrellas? El desenlace, filosófico (el escritor es poeta) y vibrante (el ilustrador es animador), deja pensando, se queda en la memoria. Todo un logro para un muerto.
El objeto libro también favorece que uno lo recuerde. Podríamos decir que tiene forma de pequeño ataúd. Leer aquí es abrir una animada tumba.
2. El muerto vivo
Isela Xospa y Rudolf van Zantwijk. XospaTronic Ediciones, 2018. México. Descarga gratuita
¡Qué libro tan vivo! Una mezcla de hechos históricos, eventos sobrenaturales, creencias populares y tradiciones, todo contado y dibujado con humor y ternura.
Primero hubo una guerra, con tantas personas muertas que «no había tiempo de enterrarlas porque todos estaban muy ocupados matando más gente». Los cadáveres al aire libre trajeron una epidemia de fiebre amarilla, más muerte.
Pedro intentaba enterrar a la gente para frenar la enfermedad, pero «no podía creer que las personas estuvieran del todo muertas», así que les dejaba agua y tortillas. Un día, él también murió… o no del todo. Un familia lo escuchó quejarse cuando un niño saltó sobre su tumba y resolverán desenterrarlo. Todos lo quieren, hasta encontrará trabajo.
Esta historia se cuenta en Milpa Alta, pueblo nahua del sureste de la Ciudad de México, por eso el libro es bilingüe náhuatl-español.
—Cuix ca ahmo timiqui ti Pedro? —oquinanquiliqueh in tlacah.
—¿Pero, que no estás muerto, Pedro? —renegaron las personas.
—Bueno, estoy y no estoy. Es una cosa rara.
3. El ataque de los zombis (parte mil quinientos)
Raquel Castro. Ilustraciones de Joan X. Vázquez. UNAM, 2020
Estos cuentos asustan y dan risa, y son contagiosos. Sería más justo decir que algunos, como «Tengo un secreto», me provocaron auténticos escalofríos, y otros, como «Rosas de la infancia», carcajadas. Ese empieza así:
Una vez, en mi cumpleaños, me regalaron un zombi. Era la cosa más mona: gruñoncito, apestosito, asesinito. Líndisimo.
Si ya has leído a Raquel, sabrás que es experta en zombis (coordinó una antología con Rafael Villegas llamada Festín de muertos, por ejemplo) y también una narradora que construye realidades bien palpables o fantasías bien locas siempre de tal manera que uno firma el pacto de ficción sin miramientos. O para ponerlo en términos de uno de sus cuentos aquí compilados («Una oferta imposible de rechazar»), es tan convincente que le entregas tu alma lo que dure un cuento.
En efecto, aquí no sólo hay zombis, también revendedores de almas, sombras que se alimentan del miedo, criaturas ancestrales que se hospedan en cuerpos, una chica piraña, fantasmas al otro lado del teléfono, orquestas ambulantes, gallinas invasoras (que me recordaron al «problema de los conejitos» de Cortázar) y oficinistas revolucionarias. Compartimos aquí, con permiso de Raquel, uno de sus cuentos breves que recrea una escena clásica de película de zombis.
Típico
Típico: despiertas en un hospital, conectado a mil máquinas, y no te acuerdas de cómo llegaste ahí. Gracias a la sabiduría que proporciona estar más de ocho horas diarias frente a la TV, supones que sufriste un accidente. Buscas el timbre para llamar a la enfermera, quien –te imaginas: es lo típico– será joven y guapa, amable y tierna. Llorará sólo de verte (se habrá enamorado de ti durante las largas noches de cuidados intensivos) y te contará del accidente que no recuerdas: de la niñita que rescataste de un ataque terrorista o del presidente al que no arrolló una Hummer porque lo empujaste justo a tiempo.
Pero –típico– la enfermera nunca llega. Sólo cuando te has cansado de esperar te das cuenta de que hay demasiado silencio. Así que te quitas los cables que te cubren y te levantas, muy despacio.
Sales del cuarto, caminas por los pasillos desiertos, encuentras un cadáver y luego otro y otro y otro, todos con el cráneo destrozado, y sólo entonces intuyes que algo anda REALMENTE mal. Típico.
Así que buscas un pantalón y unos tenis, te los pones y sales a la calle que, típico, está llena de muertos redivivos, lentos y rígidos pero implacables, que no te quitan la mirada de encima y que comienzan a caminar directamente hacia ti.
Sientes miedo. No es para menos: hay cadáveres con el rostro destrozado, con fracturas expuestas, con caudas de intestinos polvorientos. Pero te repones del susto y te dispones a huir de ellos, porque piensas que los dejarás atrás. La parte ardua no puede ser ahora. Será más bien cuando –típico– hayas encontrado a una jovencita viva y solitaria, necesitada de amor y compañía.
Y corres.
Y te siguen.
Y te alcanzan.
Mientras destrozan tu cuerpo sientes dolor pero es más fuerte el enojo, más la tristeza, y más (todavía) la desilusión.
Típico, sólo ahora te das cuenta: todas las historias de zombis tienen miles de extras, y tú no eres más que uno de ellos.
4. Esos malditos zombis
Efraím Blanco. Lengua de Diablo editorial, 2020.
En una microficción o un cuento breve caben 28 formas de contar un zombi o una distopía o una invocación espiritista o una distopía con zombis y rituales espiritistas.
Con un amplio rango de voces narrativas y diversidad de ángulos, este volumen consigue, en una mordida, de un solo golpe, en estampida, ese efecto sobrecogedor de las ficciones breves, que en unas cuantas líneas crean un mundo y, si quieren, lo destruyen también (en este caso con un apocalipsis zombi).
El autor parece cómodo yendo de una voz a otra, de zombi a otro, inventando tipologías, y contagia esa facilidad al lector que va de una página a otra casi sin darse cuenta que se terminó el libro… aunque sin dejar de mirar por encima del hombro de vez en cuando. Aquí una muestra:
Una caja imaginaria
El zombi mimo traza con sus brazos podridos una caja imaginaria. En ella, simula atrapar a algún humano, al que muerde con salvajismo y luego le arranca el cerebro para devorárselo. Después agradece al público. Te mira a los ojos y sonríe, mientras camina detrás de ti imitando cada uno de tus movimientos.
Son de lo peor.
Efraím también es autor de otro libro muy recomendable: La Balada de los niños muertos (Premio Bellas Artes Juan de la Cabada 2019, ilustrado por Alan Aldana, editado por Naspec/INBAL/Secretaría de Cultura) un impactante conjunto de narraciones y poemas breves en los que se cruzan, con osadía política y creativa, vida y muerte.
5. Aquí todos estamos muertos
José Luis Trueba Lara. Grabados de Joel Rendón. Ediciones Castillo, 2021.
Lo más vivo de estos cuentos es la voz: creerás escuchar a quien lo cuenta acostado en una hamaca bajo un cielo de cocuyos o sentado cerca de un fogón con un concierto de chicharras de fondo. Todas son historias orales, que se cuentan en la montaña, campo adentro, o entre ceibas, cerca del mar, y que este versado escritor ha conseguido recrear con maestría, con un tono oral muy verosímil (aunque se hubiera agradecido una aproximación más crítica de la mentalidad machista en muchos de los relatos).
Historias de tradición maya, purépecha, tepehuana, guarijía, mexicanera, hñähñu, pame, nahua, mixteca, popoloca, teenek y chinanteca. En sus páginas hay más ánimas y diablos que muertos vivientes, pero en el cuento que da título al libro, viajaras al Mictlán donde los muertos viven casi como nosotros (nomás que huelen más feo). Herculano, un arrepentido marido, viaja hasta allá buscando el perdón de su esposa, pero ella tiene ya otro marido que le ofrece a Herculano aguardiente de pus y tacos de lombrices asadas en salsa de piojos. Así de sabroso comen por allá en el inframundo, y sabroso (y escalofriante) será también el rato que pases leyendo estos cuentos.
Cuando llegó al Mictlán, Herculano se dio cuenta de que ese lugar era igualito al mundo de los que todavía no se petatean. Aunque no me lo crea, los muertitos también tienen sus milpas y se ponen contentos cuando las plantas se llenan de mazorcas; además, ellos viven en casas y les nacen hijos. La Muerte no detiene los amores, pues ella sabe que, sin cariño, todos se secan hasta que se convierten en las polvaredas que se meten en los ojos para sacarnos las lágrimas. Por eso mismo hay unos que vuelven, y otros que ya nunca regresan. Y a veces, las querencias de los fríos son más calientes que los pleitos de los vivos.
6. Los carcomidos
Agustín Cadena. FCE, 2020.
Su contrincante es o era un hombre. Su mirada -porque a pesar de la carcoma aún tiene mirada- es extrañamente lúcida. Contrasta con el rostro, que se ve ya muerto: un racimo de frutos amoratados a punto de reventar la cáscara. No tiene nariz; donde alguna vez la tuvo queda una llaga cuyos tejidos reflejan con destellos rojizos la luz de las camionetas. Cierto que al intentar hablar le salen sólo gruñidos, una especie de agónico gorgoteo de cañerías, pero sus ojos dicen cuanto es preciso decir. Van del miedo a la ira, de la tristeza a la amenaza y luego otra vez al miedo.
Arturo está a punto de enfrentarse a un «carcomido». Lo reconoce: solía ser su maestro, y pareciera que desde el fondo de esa enfermedad, que lo ha transformado en un monstruo, él lo reconociera también. Pero los dos no caben en la misma jaula y Arturo tendrá que demostrar que puede librarse de su antiguo maestro si quiere sumarse a un inquietante clan caza zombis.
Arturo es uno de los protagonistas de esta trepidante historia. También están Cristina y Esteban, juntos emprenden la búsqueda de Natalia, hermana de Cristina, quien una noche no volvió a casa. Intuyen lo peor, pero lo peor está realmente por ocurrirles y deberán intentar llegar a una isla si quieren salvarse.
Esta historia de carcomidos o zombis, situada en una selva latinoamericana, consigue volver a nombrar, lo que ya se ha nombrado muchas veces, desde una perspectiva que renueva el interés y extiende el canon de narrativa de «zombis», ese subgénero de la narrativa de terror. Una muestra de la vitalidad de la novela juvenil en México: contra esas fórmulas desgastada que consideran a los jóvenes zombis.
Mónica Rodríguez. Ilustraciones de Alicia Varela. Ediciones El Naranjo, 2018.
-¿Se ha escapado de casa? -preguntó el árbol, que era un roble.
-No, está muerta -dijo Malka.
Y esta vez ya no dijo «ha muerto» sino «está muerta» que era parecido, sí, pero no era lo mismo, como si la abuela ya empezara a encontrarse a gusto en aquel estado.
La abuela de Malka murió, ¿o se fue en un barco? ¿Nadará en el fondo del mar con una sirena o volará en una ráfaga de viento entre tormentas? ¿Se habrá mudado a una isla paradisiaca o vivirá en lo alto de una montaña? ¿Se habrá ido a lo más profundo del bosque? ¿Estará con Dios?, ¿existirá Dios? ¿Quién puede responderle?
Malka emprende un viaje navegando estas preguntas en una barca, al lado de una marioneta curiosa, que no ancla respuestas en ninguna orilla y permite que el viaje del que lee sea tan particular y grande como el cariño de Malka por su abuela.
La belleza del final
Alfredo Colella y Jorge González. A buen paso, 2020.
Este álbum lleva en el título el adjetivo que mejor lo describe. Se trata de un microensayo filosófico, con aires de fábula, en la que Nina, una tortuga anciana, se pregunta por su final preguntando a otros qué es para ellos el final. Esto es lo que le responde el ruiseñor:
El ruiseñor silbó:
-Cuando canto, pongo notas en fila. Y cada nota termina en el silencio.
-¿Y te da miedo? -quiso saber Nina.
-No, en absoluto. Sin el final de la nota, y la pausa después, no existe la nota siguiente.
-Y cuando las notas terminan y termina la canción, ¿no te da miedo?
-Todavía menos, tortuga. Si una canción no terminara, ¿cómo podría cantar canciones nuevas?
Paso a paso, acompasando su duda, con las teorías o certezas de la oruga, la golondrina, la serpiente, el ruiseñor y el río, llegará al final del libro que cumple lo que promete: desear volver a empezarlo o leer más.
¡Yo quiero saber de verdad qué es la muerte!
Monsieur Mouch y Maria-Paz. Takatuka, 2021.
«Y, ahora ¿qué hacemos?». El gato de Julio caza un pájaro y a Emma le impacta mucho encontrar su cadáver. «¿Y si lo enterramos?», pregunta Emma. Pero Julio no está muy convencido. Una situación parecida a la que enfrentan abuelo y nieto en Querido pájaro(El Naranjo, 2016), álbum de María Baranda y Elizabeth Builes, sólo que aquí el enfoque es más informativo que literario.
Un nuevo enigma respondido en cómic en el que, con humor y curiosidad, esta pareja de personajes, Julio y Emma, repasan distintos ritos funerarios en el mundo y formas de encarar el final de la vida sin tabúes.
Periodista, escritor, investigador y mediador de lectura. Máster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil por la U. Autónoma de Barcelona. Jurado de premios de LIJ nacionales e internacionales, miembro de comités editoriales, profesor en instituciones y universidades de México y el extranjero y colaborador de bibliotecas y proyectos comunitarios de promoción lectora. Ha sido becario de la ONU, el FONCA, la Biblioteca Internacional de la Juventud en Múnich, el CEPLI en Cuenca y la Fundación de Cornelia Funke en California. Entre otros reconocimientos ha recibido el Premio Nacional Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2015 y The White Ravens 2017 por su libro El dragón blanco y otros personajes olvidados (FCE, 2016); y el Premio Antonio García Cubas 2019 del INAH al mejor libro y labor editorial, en categoría obra infantil y Los Mejores del Banco del Libro por Jomshuk. Niño y dios maíz (Castillo, 2019). Como antologador ha publicado La hoguera de bronce. Historias de selvas y ciudades (Secretaría de Cultura, 2017), Renovar el asombro. Un panorama de la poesía infantil y juvenil contemporánea en español (UCLM, 2019) y, próximamente, Cajita de fósforos. Antología de poemas sin rima (Ekaré, 2020). En todas sus áreas de especialización le interesa el diálogo directo con niños, niñas y jóvenes. Tiene un blog de periodismo especializado en literatura infanitl y juvenil: linternasybosques.com.
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De niño me gustaba jugar a los desastres naturales, inventar cuentos y pasear en mi triciclo rojo.
Todos los domingos íbamos a la playa. Pero yo prefería los nortes del invierno. O brincar de una roca a otra en la selva de los Tuxtlas y no me importaba nadar en albercas con el agua verde.
Nací a medianoche, en los primeros minutos del 15 de agosto de 1983, en un cuarto de un hospital muy pequeño, que tenía una ventana por la que se veía un almendro. En Veracruz, México.
Espero envejecer como mis abuelos y que alguna vez alguien vuelva a mis libros para volver a su infancia.
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He tomado talleres de crónica, narrativa y literatura infantil y juvenil con María Teresa Andruetto, Teresa Colomer, Marina Colasanti, Daniel Goldin, Brenda Bellorín, Cecilia Silva Díaz, Michèle Petit, Joëlle Turin, Jorge Volpi, Ignacio Padilla, Manuel Peña, Julio Villanueva Chang, Andrea Fuentes Silva, José Luis Martinez Suárez, José Homero, entre otros.
Tengo un máster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil de la Universidad Autónoma de Barcelona. Estudié Ciencias de la Comunicación, enfocado en Periodismo, y un certificado en Literatura en la Universidad de las Américas Puebla con la beca Excelencia Jenkins. Fui editor del periódico universitario y presidente de la asociación ambiental estudiantil.
Mi tesis de licenciatura, dirigida por Ignacio Padilla, fue una propuesta de revista de arte y ambientalismo que me hizo graduarme con Magna Cum Laude, obtener el Premio Estatal de Periodismo Luis Tecuapetla en Puebla y el segundo lugar del Premio Nacional de Trabajos Recepcionales del CONEICC. Una versión muy parecida de la revista fue adoptada por el periódico Reforma para publicarla bimestralmente con el nombre de “Verde” y continúa vigente.
Fui reportero y editor de suplementos especiales del periódico Reforma, donde constituí y edité varias revistas. He publicado mis textos en revistas digitales e impresas como Punto en línea, Picnic, La Peste, Pijama Surf, Letras Explícitas, Registro, México Desconocido, Revista Había Una Vez, Cuatrogatos, Ventana de Papel, Ciclo y Genial y Like (revistas y secciones infantiles y juveniles del periódico Reforma).
Fui elegido por el Banco Interamericano de Desarrollo como periodista representante de Latinoamérica para la cobertura del Primer Foro de Crecimiento Verde celebrado en Seúl, Corea del Sur; por las Naciones Unidas para cursar talleres de periodismo ambiental en Indonesia y Panamá; y por la embajada de Israel en México como periodista represente de Latinoamérica en la Conferencia de Tecnologías del Agua PRE WATEC en Tel Aviv.
Vivo en la ciudad de México desde el 2008. Escribo de viajes, medio ambiente y LIJ para el periódico Reforma.
Trabajo con grupos de promoción de lectura en primarias y en la Biblioteca Vasconcelos, y soy fundador de la biblioteca comunitaria BRINCO-Lectura.
Soy miembro de la Red Internacional de Investigación Universitaria en LIJ, por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. He impartido talleres y ponencias en diversos congresos y encuentros, y soy profesor invitado en los cursos de LIJ de la Universidad Nacional Autónoma de México y en A Leer/IBBY México.
También colaboro con la Dirección General de Publicaciones del CONACULTA, la revista chilena Había Una Vez y la Fundación Cuatrogatos.
Además soy educador ambiental certificado por el CECADESU.
Ha sido becario de la ONU (2010) y el programa Jóvenes Creadores del FONCA en dos ocasiones (2013-2014; 2018-2019); realizado estancias de investigación en la Biblioteca Internacional de la Juventud en Múnich (2017) y el Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y Literatura Infantil, CEPLI, en Cuenca (2017), y residencias artísticas en el Centro de las Artes de San Agustín, Oaxaca (2018) y en California con la Fundación de Cornelia Funke (2019, 2020).
Excelente blog y reseñas muy concretas sobre temáticas propuestas por Adolfo.
Muchisimas gracias! Muy interesante La libreria Giannino Stoppani el dia 23 de octubre abriò parcialmente (solo la entrada). Tratandose de un edificio històrico (palazzo Re Enzo) el restauro està bajo la supervision de Bellas Artes, y ya se sabe las cosas de placio van despacio. Probalemente estarà disponibl a mitad de diciembre!! Un abrazo Imma Inviato da Postahttps://go.microsoft.com/fwlink/?LinkId=550986 per Windows
Blog de lectura crítica y periodismo especializado en literatura infantil y juvenil.
Soy Adolfo Córdova Ortiz, escritor, periodista, investigador y mediador de lectura independiente. Cursé el Máster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil de la Universidad Autónoma de Barcelona en 2012-2013 y en enero de 2014 lancé este blog. He sido becario de la ONU, el FONCA, la Biblioteca Internacional de la Juventud de Múnich, el CEPLI-UCLM y la Fundación de Cornelia Funke. Colaboro con diversos medios impresos y digitales e instituciones de fomento a la lectura. Soy profesor invitado en cursos presenciales y en línea de varias universidades y he sido jurado de premios de LIJ nacionales e internacionales. He publicado libros y antologías para niños, niñas y jóvenes y para mediadores. Todas las entradas en este blog, salvo las etiquetadas como «Expertos invitados», son de mi autoría. ¡Bienvenid@s!
Blog ganador del Premio Latinoamericano de LIJ «La Hormiguita Viajera» 2016
Otorgado por la Biblioteca Popular Madre Teresa, Prov. de Buenos Aires, Argentina.
Mis libros
Cataplum, 2022. Los mejores libros para niños de la Biblioteca Pública de Nueva York 2022. Ilustraciones seleccionadas en el Nami Concours 2023 de Corea del Sur.
Casa Gallina, 2022. Descarga gratuita. Clic en la imagen.
Ekaré, 2021. Los mejores del Banco del Libro de Venezuela 2022, Recomendado Premio Fundación Cuatrogatos 2022, The White Ravens 2022.
Ekaré, 2020. Premio Bologna Ragazzi de poesía 2021. Los Mejores del Banco del Libro 2021. Premio Fundación Cuatrogatos 2022. Selección OEPLI 2022.
FCE, 2020. Premio Los Mejores del Banco del Libro de Venezuela 2021. Recomendado por la Fundación Cuatrogatos.
Alboroto Ediciones, 2019. Postulado a Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes 2020 del Banco del Libro. Recomendado Premio Fundación Cuatrogatos 2021. Favorito del Comité Lector de IBBY México en su Guía de Libros Infantiles y Juveniles 2021. Seleccionado para la Biblioteca SEP Centenaria 2022 en edición bilingüe Maya-Español.
Ediciones Castillo, 2019. Mención Honorífica del Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2015, en categoría poesía infantil. Premio Antonio García Cubas 2019 del INAH al mejor libro en categoría obra infantil. Mención Honorífica del Premio de Ilustración del Festival de Lectura de Sharjah en Emiratos Árabes 2019. Favorito del Comité Lector de IBBY México en su Guía de Libros Infantiles y Juveniles 2020. Recomendado del Premio Fundación Cuatrogatos 2020. Premio Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes del Banco del Libro 2020. The BRAW Amazing Bookshelf 2022 a los 100 mejores libros de la Feria del Libro de Bologna. Seleccionado para la Biblioteca SEP Centenaria 2022 en edición bilingüe Nuntajiiyi-Español.
CEPLI-UCLM, 2019.
Secretaría de Cultura, 2017. Postulado a Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes 2018 del Banco del Libro. Seleccionado Programa Nacional de Salas de Lectura 2018. Seleccionado en Guía de Libros Infantiles y Juveniles de IBBY México 2020.
Fondo de Cultura Económica, 2016. Beca Jóvenes Creadores FONCA 2013-2014. Premio Nacional Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2015. Seleccionado SEP 2016. Seleccionado The White Ravens 2017 de la Biblioteca Internacional de la Juventud. Finalista Premio Fundación Cuatrogatos 2018. Premio Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes del Banco del Libro 2018. Programa Nacional de Salas de Lectura 2018.
Secretaría de Cultura, 2016.
Pearson, 2015. Postulado a Los mejores libros para niños y jóvenes 2016 del Banco del Libro. Guía de libros recomendados de IBBY México 2017 y Recomendado en el Premio Fundación Cuatrogatos 2017.
Excelente blog y reseñas muy concretas sobre temáticas propuestas por Adolfo.
Muchisimas gracias! Muy interesante La libreria Giannino Stoppani el dia 23 de octubre abriò parcialmente (solo la entrada). Tratandose de un edificio històrico (palazzo Re Enzo) el restauro està bajo la supervision de Bellas Artes, y ya se sabe las cosas de placio van despacio. Probalemente estarà disponibl a mitad de diciembre!! Un abrazo Imma Inviato da Postahttps://go.microsoft.com/fwlink/?LinkId=550986 per Windows