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«Para mamá, cariñosamente, este conjunto de rimas sencillas con las que evocarás la infancia de todos nosotros. «Tu hijo: Manuel. «Feliz Navidad 1983». Hace 40 años, un joven y aplicado […]
«Para mamá, cariñosamente, este conjunto de rimas sencillas con las que evocarás la infancia de todos nosotros.
«Tu hijo: Manuel.
«Feliz Navidad 1983».
Hace 40 años, un joven y aplicado profesor dedicaba así un ejemplar de su libro Para saber y cantar: el libro del folklore infantil chileno, una de las primeras publicaciones latinoamericanas en reunir una colección de poesía infantil de tradición oral. La primera en Chile.
La publicación marcaba el fin de una encomienda y el principio de una carrera. Manuel Peña Muñoz se había formado en España con la especialista y pionera en el estudio de la literatura infantil Carmen Bravo-Villasante, y volvía a Chile, en 1979, con un vanguardista título como Experto en Literatura Infantil y Juvenil Iberoamericana y Extranjera (¡son 45 años como especialista en LIJ!), y también con una tarea.
«Carmen Bravo-Villasante nos animaba a que compartiéramos en clases las canciones de cuna que recordábamos, las rimas, las adivinanzas, los juegos de prenda, las oraciones, las rondas, los villancicos (…). Ella insistía en que había que recopilar y publicar esas manifestaciones del folclore infantil y que cuando regresáramos a nuestros países, debíamos dedicarnos a buscar y a difundir un rico material que estaba sin explorar», narra Manuel en este texto invitado.
Pero realizar esa tarea, en plena dictadura militar de Pinochet, no fue fácil. Manuel le escribía largas cartas manuscritas a Carmen contándole que no tenía trabajo, que no había actividades culturales, que el contexto era opresivo… Sin embargo, Carmen lo animaba, precisamente para resistir a esa situación y dar alguna esperanza a niños y niñas.
Manuel vivía en Valparaíso y cuando se mudó a Santiago, un par de años después de regresar de España, rápidamente entró en contacto con las pocas editoriales que seguían publicando. «En esos años solo se publicaban libros de fábulas en ediciones modestas. No había estudios ni formación en el área de la literatura infantil», cuenta Manuel, quien, ante esa aridez, refrendó su compromiso: «por eso mismo me abrí camino en ese campo».
«Todo encuentro casual es una cita», suele decir Manuel, y poco después, una tarde, se encontró con el periodista Hector Veliz Meza en la librería «Feria Chilena del Libro». Manuel me cuenta que Veliz de inmediato se interesó en ese primer libro sobre poesía infantil de tradición oral Para saber y cantar… pues no existía nada parecido en esa época, y decidió publicarlo en la editorial que dirigía: Ediciones Cerro Huelén. La portada del libro y las ilustraciones de interiores procedían de recortes de libros antiguos que le proporcionó el propio Manuel a su editor.
En la vitrina de la famosa librería de la calle Huérfanos, en el centro de Santiago, Manuel, el joven escritor de 32 años, vería su propio libro exhibido y, a los pocos meses, agotado y luego en su primera reimpresión. Había cumplido la encomienda de su maestra y empezado su camino, él también, como pionero.
Tuvieron que pasar diez años y una dictadura para que Manuel publicara otro libro resultado de muchos viajes por escuelas en Chile recopilando adivinanzas, retahílas, canciones, rondas:Folklore infantil en la educación. Y de ahí hasta hoy, un camino de libros para que niñas y niños disfruten más cada paso y lxs adultxs lo recorramos de vuelta, y con ellas y ellos.
«40 años de recorrido literario por la poesía infantil de tradición oral» podrán disfrutar en este texto invitado que Manuel preparó generosamente para Linternas y bosques y en el que se evidencia también una historia de la edición de LIJ en Latinoamérica.
Otros diez años pasaron para que Manuel viera al fin materializarse el tipo de libro ilustrado que había tenido en la mente desde 1983: Del pellejo de una pulga(2002) con ilustraciones de Paloma Valdivia. «De alta calidad en su estética, diseño e ilustraciones vanguardistas, muy diferentes a las tradicionales de los libros anteriores».
Conocí a Manuel, como maestro, hace diez años, en un taller que dio en las Jornadas Internacionales de Literatura Infantil y Juvenil en 2013, en Buenos Aires, y desde entonces no hemos dejado de conversar y yo de aprender, ¡y reír!, en cada conversación con él, y en cada mensaje (no hay mensaje que Manuel envíe -por correo, WhatsApp, redes sociales- en el que desaproveche tocar la música del lenguaje).
«Hasta ahora, me basta entrar en una librería de libros viejos para hallar, tras pocos minutos, un libro que me estaba aguardando desde hace siglos», me escribe en un mail.
Creo que por eso sus enseñanzas se quedan, porque van hiladas siempre con gozo, humor, curiosidad y fascinación por el mundo, y expresadas, de forma oral o escrita, con belleza. Un gran precursor e historiador feliz, que trenza pasado, presente y futuro amorosamente.
Yo tenía cuatro meses de edad cuando Manuel publicó aquel primer libro, en noviembre de 1983. Es para mí un símbolo importante: gracias a personas como Manuel muchos, como yo, nacimos en una Latinoamérica que quería cantarnos; una en la que el terreno del estudio crítico de la LIJ, rescate de la oralidad e imaginario local y avance hacia una nueva literatura para niños y niñas se allanaba y echaba brotes que derivarían en el muy diverso y rico ecosistema actual.
Además del camino de 40 años de libros que comparte en este texto invitado habría que agregar su sostenida obra crítica con perspectiva histórica: Historia de la Literatura infantil chilena (1982); Alas para la Infancia, Fundamentos de Literatura Infantil (1995); Había una vez en América. Literatura Infantil en América Latina (1997), Historia de literatura infantil en América Latina (2009), Precursores de la literatura infantil y juvenil latinoamericana(2015) y El cuento de hadas: del relato oral al cuento de autor (2022). Y también rescates editoriales, como la multipremiada serie de cuentos de hadas en verso de Gabriela Mistral que publicó con editorial Amanuta; recopilaciones de narrativa, como Cuentos junto al fogón: clásicos de la literatura infantil universal (2022); y novelas como El niño del pasaje (1989), que obtuvo el Premio del Círculo de Críticos de Arte de Valparaíso y Mágico Sur (1997) que recibió el Premio de Novela Gran Angular de Ediciones SM, España (el primer latinoamericano en obtener esa distinción que desde entonces sólo ha conseguido también Verónica Murguía, en 2013).
Adolfo Córdova
40 años de recorrido literario por la poesía infantil de tradición oral
por Manuel Peña Muñoz*
La primera vez que tomé conocimiento de que existía la poesía infantil de tradición oral fue en el «Curso de formación de expertos en literatura infantil y juvenil iberoamericana y extranjera» que impartía la escritora española Carmen Bravo-Villasante en el Instituto de Cultura Hispánica de Madrid en el año 1977. En ese curso participábamos alumnos becados de diferentes países latinoamericanos, en su mayoría profesores de lengua y literatura que estábamos perfeccionándonos en España. Fue una suerte del destino haber alcanzado a tomar ese curso pues fue la última vez que se impartió.
El curso me maravilló pues nunca había oído hablar de estas materias en la Universidad Católica de Valparaíso, Chile, que había sido mi Alma Mater, donde me gradué de Profesor de Castellano en 1974. Además de hablarnos de Charles Perrault, los Hermanos Grimm y Hans Christian Andersen, Carmen Bravo-Villasante nos animaba a que compartiéramos en clases las canciones de cuna que recordábamos, las rimas, las adivinanzas, los juegos de prenda, las oraciones, las rondas, los villancicos. Eran ejercicios muy nostálgicos que nos remontaban a nuestras respectivas infancias. Ella insistía en que había que recopilar y publicar esas manifestaciones del folclore infantil y que cuando regresáramos a nuestros países, debíamos dedicarnos a buscar y a difundir un rico material que estaba sin explorar.
Por esos años, ella estaba publicando sus propios libros que nos llevaba a clases para que los tuviéramos en mente cuando volviésemos a casa. Uno de ellos era Una, dola, tele catola: el libro del folclore infantil publicado en 1976, un año antes, en Editorial Miñón de Valladolid. Era un libro de tapas duras, muy bello, ilustrado con cromos antiguos seleccionados por Miguel Ángel Pacheco y coloreados por Herminia Burgaleta. Contenía canciones de corro y comba, aguinaldos, posadas, piñatas, retahílas de juego, adivinanzas y rimas, entre otras manifestaciones poéticas. En el prólogo señala: “El niño empieza a darse cuenta de cuáles son los dedos de la mano mediante el juego de la poesía”.
Apenas tuve ese libro en mis manos, soñé con publicar en Chile algo similar. Pasaron todavía algunos años antes de regresar a mi país. Cuando me radiqué en Santiago, tomé contacto con las pocas editoriales que existían, pero era un tema que no interesaba en absoluto. En esos años solo se publicaban libros de fábulas en ediciones modestas. No había estudios ni formación en el área de la literatura infantil, por eso mismo me abrí camino en ese campo. Lo que era una falencia podía ser una oportunidad.
Por fin, el periodista Héctor Véliz Meza que trabajaba en la librería «Feria Chilena del Libro» se interesó en el proyecto y publicó mi primer libro de folclore poético: Para saber y cantar: el libro del folklore infantil chileno(1983) en Ediciones Cerro Huelén de Santiago de Chile. Era la primera vez que aparecía reunida en un solo libro una colección de poesía infantil de tradición oral. El libro mismo es una edición muy sencilla, ilustrada con grabados que yo mismo seleccioné y recorté de libros antiguos de mi colección tal como lo había visto en ese libro en Madrid. En esa época no había ilustradores de libros infantiles en Chile, así que editamos el libro con lo que teníamos a mano. Estuvo exhibido en el escaparate de la librería y se agotó enseguida. Se hizo rápidamente una reimpresión de la que conservo un ejemplar.
El libro tiene prólogo de Teresa Clerc, Premio Nacional de Educación 1981, quien apoyó la iniciativa desde el comienzo. En su presentación señala:
“El tipo de composiciones literarias que contiene esta obra aporta un sentido mágico y ritual que aproximará al niño a la lectura de ellas. Además, por ser manifestación viva de la alegría infantil y el dinamismo propio de la edad, permiten que el niño se sienta actor o partícipe directo de los juegos. Esta vivencia lo mueve a variar y a crear otros por imitación y así se enriquece el folklore. En la vida adulta, muchas de estas sencillas rimas o juegos absurdos de lenguaje se proyectan en forma de enseñanzas y así se comunican las generaciones. Por todo lo considerado, creo que el autor con esta obra permitirá enriquecer el alma de sus lectores y con ello enriquecerá, por ende, la cultura nacional”.
Sus palabras me emocionaban pues conectaban totalmente en espíritu con lo que nos decía Carmen Bravo-Villlasante en aquellas clases de Madrid.
Para saber y cantar… contiene canciones de cuna, oraciones, rimas, adivinanzas, trabalenguas, cuentos de nunca acabar, principios y finales de cuento, canciones, villancicos, rondas y rimas para saltar el cordel. Presentamos el libro en la misma librería «Feria Chilena del Libro» un sábado por la mañana con público familiar.
Interior del libro Para saber y cantar (1983).
Mi interés en el tema persistía, de modo que al poco tiempo viajé a Ovalle, a 5 horas de camino desde Santiago al norte, a recopilar directamente el folclore infantil de esa zona. Estuve durante el invierno lluvioso de 1984 en un taller con profesores rurales de las comunas de Monte Patria, Punitaqui y Combarbalá que trabajaban en escuelas de El Peral, Chalinga, Los Canelos y Sol de las Praderas, entre otras localidades del valle del Limarí. Ellos sabían muchas de estas expresiones del folclore por haberlas aprendido en la infancia y traspasado ahora a sus alumnos.
En el taller recopilamos nanas, oraciones, adivinanzas, trabalenguas, rondas, juegos de penitencia, canciones y juegos de palmas, entre muchas otras expresiones, incluso el cuento “La mona de palo”, que era una versión popular de un cuento de los Hermanos Grimm pero transformado por el habla de los campesinos del valle.
Los profesores esperaban recibir información de mi parte y en realidad fue al revés. Esta recopilación dio por resultado el libro Folklore infantil en la educaciónque publicó la editorial Andrés Bello en 1994, es decir, 10 años después del trabajo de campo, pues no había interés en publicar este tipo de libros y costaba mucho convencer a las editoriales para publicar este material. Sin embargo, el libro fue bien recibido y tuvo una segunda edición en 1996 y una tercera en el 2004. El libro contiene un prólogo que explica el folclore de los niños y su importancia en la educación. Fue publicado sin ilustraciones con una portada de diseño geométrico acorde a la línea pedagógica de títulos para docentes que fomentaba la editorial.
Con posterioridad publiquéLima, limita, limón: Folclore infantil iberoamericano (1998) y Juguemos al hilo de oro: Folclore infantil chileno(1999) en la editorial Arrayán, ambos con un prólogo explicativo, e ilustraciones de Mónica Lihn. Estas publicaciones surgieron gracias al apoyo de Héctor Hidalgo, bibliotecario y editor de Arrayán que era integrante de IBBY Chile y que valoraba este tipo de trabajo. Ambos libros tuvieron muchas ediciones pues los profesores veían un material muy rico que podían utilizar en las salas de clases y el recreo.
Luego viene Del pellejo de una pulga(2002) con ilustraciones de Paloma Valdivia en la colección Mar de Libros: De ayer y de siempre de Alfaguara Infantil que incluía adivinanzas, trabalenguas, versos para poner en los libros, rimas de sorteo, etc. Este libro era de alta calidad en su estética, diseño e ilustraciones vanguardistas, muy diferentes a las tradicionales de los libros anteriores. El libro fue licitado por la SEP (Secretaría de Educación Pública de México) para distribuirlo en cuatro estados de México. En mi opinión, esta edición artística se iba aproximando al libro que yo tenía en mente cuando empecé a presentar esta propuesta en las editoriales hacía 20 años.
Le sigue Más de cien damas hermosas. Adivinanzas (2009) con ilustraciones de Víctor Mahana Nazar en la colección Mar de Libros: De ayer y de siempre de Alfaguara Infantil. Estas ilustraciones fueron extraordinarias pues Víctor Mahana Nazar es un pintor y artista visual que enriqueció el libro con sus pinturas surrealistas.
Luego viene Mi novio es un gato con botas (2010) con ilustraciones de Carolina Durán en la misma colección Mar de Libros: De Ayer y de siempre de Alfaguara Infantil. El libro contiene romances de la tradición como «La gatita Carlota», «Los tres alpinos» y «Mambrú se fue a la guerra».
Poco después publiqué Al pasar la barca: poesía infantil iberoamericana de tradición oral(2012) y Juguemos al hilo de oro: poesía infantil chilena de tradición oral(2012), en la colección La Buena Letra de ediciones MN, ambos con un prólogo explicativo, e ilustraciones en colores de Virginia Donoso.
Más tarde publiqué Yo tenía diez perritos(2012) con ilustraciones de Carmen Cardemil en editorial Zig Zag que incluye cuentos en verso, trabalenguas, rimas para predecir el tiempo y canciones como “La vaca lechera” y “La cucaracha”.
Entre tanto siempre fomenté el folclore poético en mis cursos, charlas y seminarios de literatura infantil en Chile y el extranjero. En su mayoría asistían docentes y mediadores de lectura. En Argentina dictamos una conferencia sobre folclore poético junto a la escritora Liliana Cinetto, especialista en poesía infantil de tradición oral y también otra charla literaria sobre el tema junto a la poeta María Cristina Ramos en Posadas, Misiones.
Luego publiqué en Editorial Amanuta el libro No des puntada sin hilo (2015) con bordados hechos a mano por Maureen Chadwick. Este hermoso libro con cubierta impresa en tela obtuvo una Mención de Honor en la categoría New Horizons en la Feria del Libro de Bolonia 2016. Está recomendado para niños y niñas de 5 a 8 años que disfrutarán con estos refranes de la lengua castellana seleccionados de la lengua oral como “A caballo regalado no se le miran los dientes” o “Dime con quién andas y te diré quién eres”.
El ideal es leerlos en voz alta y descubrir su significado, pues son verdaderos acertijos, a veces enigmáticos que siempre nos muestran una faceta oculta de la realidad y nos pintan una sonrisa en la cara. Metáforas del habla cotidiana, joyas del idioma, genuino placer y pura imaginación, estos refranes son auténtica poesía.
En el año 2013 realicé una nueva edición de Lima, limita, limón. Poesía Infantil Iberoamericana para la colección El Barco de Vapor de ediciones SM con ilustraciones de Verónica Laymus. Se hizo una segunda edición en el 2019 que se difundió también en ediciones de SM Argentina, Colombia y Panamá.
Más tarde realicé la edición del libro Tugar, tugar, salir a jugar: cantos, juegos y rimas de la tradición oral(2019) de Verónica Herrera en editorial Catalonia y Fundación Había una vez. Fue un hermoso proyecto que dio por resultado una publicación muy completa sobre el rico repertorio de tradición oral recopilado por la autora en sus talleres en escuelas a lo largo de Chile.
En el 2020, me llamaron a una reunión en la Fundación Integra junto a Mónica Bombal y Paloma Valdivia, editoras de Ediciones Liebre. Nos reunimos con los directivos quienes nos propusieron que editásemos un libro de poesía infantil de tradición oral chilena para repartir a las salas cunas y jardines infantiles de la institución. La editorial se haría cargo de la edición e ilustraciones, y yo, de los contenidos. Surgió la idea de contener los libros en un coche de mimbre para valorar las artesanías chilenas. En esa primera reunión apareció el nombre de “Mi Memoria” para bautizar la colección.
Al poco tiempo vino la pandemia de modo que las siguientes reuniones de planificación se realizaron en forma telemática. Yo aporté el material poético que había reunido al cabo de los años: canciones populares, rimas para pedir la lluvia, versos para predecir el tiempo, poesías de la tradición oral, adivinanzas, trabalenguas, canciones de cuna, etc. Finalmente elegimos diez rimas que serían ilustradas por los principales ilustradores del país. La única rima que no pertenece al folclore es El sapito glo glo glo del poeta argentino José Sebastián Tallon (1904-1954) pero estos versos son tan conocidos que ya forman parte de la tradición oral latinoamericana.
Además me haría cargo también de una antología de cuentos populares chilenos incluyendo relatos de Isla de Pascua y del pueblo mapuche para que pudiesen consultar las educadoras y transmitir a la infancia. Cada rima o cuento iba a ser respaldado por un comentario crítico que indicara su procedencia y significado cultural y literario.
Al cabo de unos meses de trabajo, entregamos la propuesta que fue aprobada por la Fundación Integra de modo que Mónica Bombal y Paloma Valdivia se encargaron de coordinar con los ilustradores y de editar los libros, lo que fue muy complejo ya que las exigencias de edición eran muy altas. Finalmente se optó por una caja de madera para contener las diez rimas y aparte la antología para los equipos pedagógicos de la Fundación Integra titulado Como me lo contaron te lo cuento y no lo invento (2022) con un comentario literario también a cada rima seleccionada.
Presentamos la caja con los diez libros y la antología en uno de los jardines infantiles de la Fundación Integra. También estaban presentes los músicos que grabaron las canciones pues todo el material fue musicalizado y digitalizado para que pueda descargarse en forma gratuita en el siguiente enlace: https://www.integra.cl/mi-memoria/ Las canciones se reinterpretaron con ritmo de rock, reggae, pop, synth-pop y hasta cumbia. En ese enlace se puede acceder a los libros, ilustraciones, música y videos.
Muy feliz con el resultado obtenido, sobre todo mirando hacia atrás y recordando aquella primera publicación tan modesta pero hecha con tanto amor a la poesía infantil. Han transcurrido 40 años desde entonces y veo ahora que ese sueño se ha convertido en realidad de una manera mucho más trascendente incluso gracias al esfuerzo de muchos profesionales –editores, ilustradores, músicos, escritores, educadores- que nos unimos para editar obras de alta calidad estética en beneficio de la infancia.
*Manuel Peña Muñoz es escritor y especialista en literatura infantil y juvenil. Nació en Valparaíso en 1951. Es profesor de castellano y doctor en filología hispánica. Desde muy niño se sintió atraído por los libros de cuentos y los diarios de vida de donde ha sacado material para escribir sus libros. Con 18 años obtuvo el Primer Premio del Concurso de Cuentos de la Universidad Católica de Valparaíso con el relato «Berta o los dorados estambres de la locura».
Después de licenciarse en 1974 en Filología Española en esa Universidad, le fue concedida una beca del Instituto de Cultura Hispánica de Madrid, donde cursó el doctorado en Hispánicas en la Universidad Complutense y donde dos años más tarde obtuvo el Diploma de Experto en Literatura Infantil y Juvenil Iberoamericana y Extranjera. Fue permanente colaborador y discípulo de la escritora Carmen Bravo-Villasante.
Ha recibido diversas distinciones por su obra, entre ellas, la beca que concede el Ministerio de Educación a través del FONDART (Fondo Nacional para el Fomento del Arte y la Cultura) la Beca de Escritores del Consejo Nacional para el Fomento del Libro y la Lectura y la Beca de Investigación de la Biblioteca Internacional de la Juventud en Múnich. Por el conjunto de su obra obtuvo el Premio Municipal de Valparaíso 1997. Además, fue designado Jurado Internacional del Premio UNESCO 1998 de Literatura Infantil y Juvenil, celebrado en París.
Desde que volvió de España, en 1979, a la fecha, Manuel Peña continúa formando personas mediadoras y especialistas en LIJ y contribuyendo a la creación y estudios críticos de la literatura para infancias en Latinoamérica.
Entrada No. 236 Autor de la intro: Adolfo Córdova. Autora del texto invitado: Manuel Peña Muñoz. Ilustración de portada de Paloma Valdivia para En alta mar. Fecha original de publicación: 9 de mayo de 2023.
Periodista, escritor, investigador y mediador de lectura. Máster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil por la U. Autónoma de Barcelona. Jurado de premios de LIJ nacionales e internacionales, miembro de comités editoriales, profesor en instituciones y universidades de México y el extranjero y colaborador de bibliotecas y proyectos comunitarios de promoción lectora. Ha sido becario de la ONU, el FONCA, la Biblioteca Internacional de la Juventud en Múnich, el CEPLI en Cuenca y la Fundación de Cornelia Funke en California. Entre otros reconocimientos ha recibido el Premio Nacional Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2015 y The White Ravens 2017 por su libro El dragón blanco y otros personajes olvidados (FCE, 2016); y el Premio Antonio García Cubas 2019 del INAH al mejor libro y labor editorial, en categoría obra infantil y Los Mejores del Banco del Libro por Jomshuk. Niño y dios maíz (Castillo, 2019). Como antologador ha publicado La hoguera de bronce. Historias de selvas y ciudades (Secretaría de Cultura, 2017), Renovar el asombro. Un panorama de la poesía infantil y juvenil contemporánea en español (UCLM, 2019) y, próximamente, Cajita de fósforos. Antología de poemas sin rima (Ekaré, 2020). En todas sus áreas de especialización le interesa el diálogo directo con niños, niñas y jóvenes. Tiene un blog de periodismo especializado en literatura infanitl y juvenil: linternasybosques.com.
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De niño me gustaba jugar a los desastres naturales, inventar cuentos y pasear en mi triciclo rojo.
Todos los domingos íbamos a la playa. Pero yo prefería los nortes del invierno. O brincar de una roca a otra en la selva de los Tuxtlas y no me importaba nadar en albercas con el agua verde.
Nací a medianoche, en los primeros minutos del 15 de agosto de 1983, en un cuarto de un hospital muy pequeño, que tenía una ventana por la que se veía un almendro. En Veracruz, México.
Espero envejecer como mis abuelos y que alguna vez alguien vuelva a mis libros para volver a su infancia.
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He tomado talleres de crónica, narrativa y literatura infantil y juvenil con María Teresa Andruetto, Teresa Colomer, Marina Colasanti, Daniel Goldin, Brenda Bellorín, Cecilia Silva Díaz, Michèle Petit, Joëlle Turin, Jorge Volpi, Ignacio Padilla, Manuel Peña, Julio Villanueva Chang, Andrea Fuentes Silva, José Luis Martinez Suárez, José Homero, entre otros.
Tengo un máster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil de la Universidad Autónoma de Barcelona. Estudié Ciencias de la Comunicación, enfocado en Periodismo, y un certificado en Literatura en la Universidad de las Américas Puebla con la beca Excelencia Jenkins. Fui editor del periódico universitario y presidente de la asociación ambiental estudiantil.
Mi tesis de licenciatura, dirigida por Ignacio Padilla, fue una propuesta de revista de arte y ambientalismo que me hizo graduarme con Magna Cum Laude, obtener el Premio Estatal de Periodismo Luis Tecuapetla en Puebla y el segundo lugar del Premio Nacional de Trabajos Recepcionales del CONEICC. Una versión muy parecida de la revista fue adoptada por el periódico Reforma para publicarla bimestralmente con el nombre de “Verde” y continúa vigente.
Fui reportero y editor de suplementos especiales del periódico Reforma, donde constituí y edité varias revistas. He publicado mis textos en revistas digitales e impresas como Punto en línea, Picnic, La Peste, Pijama Surf, Letras Explícitas, Registro, México Desconocido, Revista Había Una Vez, Cuatrogatos, Ventana de Papel, Ciclo y Genial y Like (revistas y secciones infantiles y juveniles del periódico Reforma).
Fui elegido por el Banco Interamericano de Desarrollo como periodista representante de Latinoamérica para la cobertura del Primer Foro de Crecimiento Verde celebrado en Seúl, Corea del Sur; por las Naciones Unidas para cursar talleres de periodismo ambiental en Indonesia y Panamá; y por la embajada de Israel en México como periodista represente de Latinoamérica en la Conferencia de Tecnologías del Agua PRE WATEC en Tel Aviv.
Vivo en la ciudad de México desde el 2008. Escribo de viajes, medio ambiente y LIJ para el periódico Reforma.
Trabajo con grupos de promoción de lectura en primarias y en la Biblioteca Vasconcelos, y soy fundador de la biblioteca comunitaria BRINCO-Lectura.
Soy miembro de la Red Internacional de Investigación Universitaria en LIJ, por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. He impartido talleres y ponencias en diversos congresos y encuentros, y soy profesor invitado en los cursos de LIJ de la Universidad Nacional Autónoma de México y en A Leer/IBBY México.
También colaboro con la Dirección General de Publicaciones del CONACULTA, la revista chilena Había Una Vez y la Fundación Cuatrogatos.
Además soy educador ambiental certificado por el CECADESU.
Ha sido becario de la ONU (2010) y el programa Jóvenes Creadores del FONCA en dos ocasiones (2013-2014; 2018-2019); realizado estancias de investigación en la Biblioteca Internacional de la Juventud en Múnich (2017) y el Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y Literatura Infantil, CEPLI, en Cuenca (2017), y residencias artísticas en el Centro de las Artes de San Agustín, Oaxaca (2018) y en California con la Fundación de Cornelia Funke (2019, 2020).
Bravo Manuel…Lo conozco hace muchos años y le hemos editado un libro en LUGAR EDITORIAL, sobre la historia de la LIJ en Latinoamérica, libro que fue adquirido por México para distribuir entre docentes, el año pasado.
Gracias Manuel y gracias Adolfo por tenerlo presente…SUSANA ITZCOVICH
Así es, querida Susana, su libro de «Los precursores…», imprescindible, y tú y él dos precursores del estudio y revisión crítica de la LIJ moderna en Latinoamérica. Gracias por sumarte al reconocimiento de estos 40 años de Manuel de libros de lírica de tradición oral infantil. ¡Un abrazo lindo y querido!
Qué maravilla todo el recorrido de Manuel. Tan imprescriptible en nuestra lij. Tan querido escritor. Merecidísimo reconocimiento!!! Graciassssss
Así es querida, Graciela. Realmente inspirador como el trabajo por la LIJ que también has hecho tú. ¡Un abrazo grande!
Blog de lectura crítica y periodismo especializado en literatura infantil y juvenil.
Soy Adolfo Córdova Ortiz*, escritor, periodista, investigador y mediador de lectura independiente. Cursé el Máster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil de la Universidad Autónoma de Barcelona en 2012-2013 y en enero de 2014 lancé este blog. He sido becario de la ONU, el FONCA, la Biblioteca Internacional de la Juventud de Múnich, el CEPLI-UCLM y la Fundación de Cornelia Funke. Colaboro con diversos medios impresos y digitales e instituciones de fomento a la lectura. Soy profesor invitado en cursos presenciales y en línea de varias universidades y he sido jurado de premios de LIJ nacionales e internacionales. He publicado libros y antologías para niños, niñas y jóvenes y para mediadores. Todas las entradas en este blog, salvo las etiquetadas como «Expertos invitados», son de mi autoría. ¡Bienvenid@s!
*Beneficiario del Sistema Nacional de Creadores de Arte (2022-2025) del Sistema de Apoyos a la Creación y Proyectos Culturales (SACPC).
Blog ganador del Premio Latinoamericano de LIJ «La Hormiguita Viajera» 2016
Otorgado por la Biblioteca Popular Madre Teresa, Prov. de Buenos Aires, Argentina.
Mis libros
Cataplum, 2022. Los mejores libros para niños de la Biblioteca Pública de Nueva York 2022. Ilustraciones seleccionadas en el Nami Concours 2023 de Corea del Sur.
Casa Gallina, 2022. Descarga gratuita. Clic en la imagen.
Ekaré, 2021. Los mejores del Banco del Libro de Venezuela 2022, Recomendado Premio Fundación Cuatrogatos 2022, The White Ravens 2022.
Ekaré, 2020. Premio Bologna Ragazzi de poesía 2021. Los Mejores del Banco del Libro 2021. Premio Fundación Cuatrogatos 2022. Selección OEPLI 2022.
FCE, 2020. Premio Los Mejores del Banco del Libro de Venezuela 2021. Recomendado por la Fundación Cuatrogatos.
Alboroto Ediciones, 2019. Postulado a Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes 2020 del Banco del Libro. Recomendado Premio Fundación Cuatrogatos 2021. Favorito del Comité Lector de IBBY México en su Guía de Libros Infantiles y Juveniles 2021. Seleccionado para la Biblioteca SEP Centenaria 2022 en edición bilingüe Maya-Español.
Ediciones Castillo, 2019. Mención Honorífica del Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2015, en categoría poesía infantil. Premio Antonio García Cubas 2019 del INAH al mejor libro en categoría obra infantil. Mención Honorífica del Premio de Ilustración del Festival de Lectura de Sharjah en Emiratos Árabes 2019. Favorito del Comité Lector de IBBY México en su Guía de Libros Infantiles y Juveniles 2020. Recomendado del Premio Fundación Cuatrogatos 2020. Premio Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes del Banco del Libro 2020. The BRAW Amazing Bookshelf 2022 a los 100 mejores libros de la Feria del Libro de Bologna. Seleccionado para la Biblioteca SEP Centenaria 2022 en edición bilingüe Nuntajiiyi-Español.
CEPLI-UCLM, 2019.
Secretaría de Cultura, 2017. Postulado a Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes 2018 del Banco del Libro. Seleccionado Programa Nacional de Salas de Lectura 2018. Seleccionado en Guía de Libros Infantiles y Juveniles de IBBY México 2020.
Fondo de Cultura Económica, 2016. Beca Jóvenes Creadores FONCA 2013-2014. Premio Nacional Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2015. Seleccionado SEP 2016. Seleccionado The White Ravens 2017 de la Biblioteca Internacional de la Juventud. Finalista Premio Fundación Cuatrogatos 2018. Premio Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes del Banco del Libro 2018. Programa Nacional de Salas de Lectura 2018.
Secretaría de Cultura, 2016.
Pearson, 2015. Postulado a Los mejores libros para niños y jóvenes 2016 del Banco del Libro. Guía de libros recomendados de IBBY México 2017 y Recomendado en el Premio Fundación Cuatrogatos 2017.
Bravo Manuel…Lo conozco hace muchos años y le hemos editado un libro en LUGAR EDITORIAL, sobre la historia de la LIJ en Latinoamérica, libro que fue adquirido por México para distribuir entre docentes, el año pasado.
Gracias Manuel y gracias Adolfo por tenerlo presente…SUSANA ITZCOVICH
Así es, querida Susana, su libro de «Los precursores…», imprescindible, y tú y él dos precursores del estudio y revisión crítica de la LIJ moderna en Latinoamérica. Gracias por sumarte al reconocimiento de estos 40 años de Manuel de libros de lírica de tradición oral infantil. ¡Un abrazo lindo y querido!
Qué maravilla todo el recorrido de Manuel. Tan imprescriptible en nuestra lij. Tan querido escritor. Merecidísimo reconocimiento!!! Graciassssss
Así es querida, Graciela. Realmente inspirador como el trabajo por la LIJ que también has hecho tú. ¡Un abrazo grande!