Cientos de gatos, todos juntos, encerrados en una casa vieja. Un cuervo que entra a una habitación y no se irá nunca más. Fantasmas, brujas, dos niñas que caen en dos pozos, almas en pena, una joven vampiro y la oscuridad que llama, otra vez, a Lazlo, el pequeño que no puede dormirse.

Esta selección de títulos (poemas, cuentos, novelas) está pensada para lectores de distintas edades. Desde los que apenas empiezan a leer y a descubrir cómo los libros pueden liberar nuestros miedos (y fascinarnos en el camino), hasta los lectores expertos que no se espantan al menor rechinido en una noche lluviosa.

La presencia de un mediador que acompañe a los lectores arriba de los 5, 6 años será clave para que el mayor efecto de misterio y susto realmente surta de los libros (apagar luces, bajar el tono de voz, incorporar pausas) y para ayudarlos, también, si ellos lo necesitan, a que el terror no se les quede en la piel. Es común preguntarse si convienen o no estas historias para los más pequeños: «¿No los hará tener pesadillas?». Es posible que sí, pero son muchas las cosas del mundo real las que las provocan. Cuando están vinculadas a una historia podemos hablar más fácilmente de ellas, ponerles nombre, mostrarle al lector que el monstruo se queda en el papel. Querer «proteger» de lo terrorífico, evitar hablar de ello, puede generar más ansiedad. Detonar conversaciones alrededor de aquello a lo que le tememos nos exorciza… Y además puede ser muy divertido. Aquí trece posibilidades.

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Los vecinos de Guau Guau son una pesadilla; Mark Newgarden; Megan Montague Cash

1. Los vecinos de Guau Guau son una pesadilla

Mark Newgarden y Megan Montague, Océano, 2016.

Este libro no tiene palabras y por el “guau guau” del título pareciera una tierna historia para el hermanito menor. Desconfíen del título. Quizá pocos libros para primeros lectores les provocarán tanta extrañeza (y curiosidad) como éste. La secuencia narrativa, en clave de cómic y con muchos guiños al cine clásico de animación, es perfecta para conducirnos, cuadro a cuadro, hacia la noche en la que un perro es acosado por una jauría de gatos fantasma que quiere robarle su cojín. El perro terminará en la tenebrosa mansión de los gatos, donde otras pequeñas historias se cruzan y hay secretos ocultos detrás de tres puertas. Él deberá abrir todas las puertas si quiere recuperar su cojín, ignora que su vida podría terminar esa misma noche. Extraño, delirante y divertido, un nuevo favorito.

 

cuatro-brujas-y-un-gato-negro2. Cuatro brujas y un gato negro

Canela y Daniel Roldán, Comunicarte, 2016.

Cada cual tiene una bruja / escondida en la cabeza / la mía se pone contenta / en noches de luna llena // echa sombras alargadas / al filo de las veredas / y se junta con los gatos / en las terrazas más viejas.

Grandes protagonistas de las historias de terror, sin duda, cada uno de nosotros tiene, como dice esta autora, una bruja en la cabeza. Las de estos poemas son más amigables sin perder esa malicia natural que las hace tan desvergonzadas y propensas a los hechizos. A la primera de este libro le gusta contarle historias de espanto a los gatos y entrar a los sueños de la niña en la que habita; la segunda está encantada con las palabras y con ellas hace nuevos encantamientos; luego viene una conocida: Baba Yaga, la bruja caníbal, que vive en una casa con patas de gallina y tiene un gato que se hará amigo de la protagonista y que tendrá un nuevo final; y la cuarta es una aprendiza que se cae de la escoba casi en los brazos de un joven brujo con el que otra magia surte efecto. Y como lo anuncia el título, hay un gato negro. Con el hambre entre los ojos / y cuatro patas en guerra / negro como la noche / gato maúlla y husmea. Versos juguetones y ocurrentes que hechizarán a los pequeños, e ilustraciones inteligentes que invitan a quedarse. 

 

el-libro-de-los-fantasmas3. El libro de los fantasmas

Andrés Acosta. Ilustraciones: Irma Bastida Herrera, Ricardo García Trejo y Rocío Solís Cuevas. FOEM, 2014.

Ganador del Certamen Internacional de Literatura «Sor Juana Inés de la Cruz» 2013 en la categoría de poesía para niños, este libro reúne un extenso repertorio de espectros en poemas breves e inquietantes, frecuentemente de tres versos, a veces haikús: Un rechinido, / la puerta se abre sola: / entra la noche. Y otro más: A medio patio / un remolino de hojas / se eleva al cielo. Estatuas que se mueven sin que nadie lo note, manos invisibles que rozan el hombro, un hermano secreto dentro del espejo y un montón de fantasmas que no los dejarán dormir. Muchos ecos a vidas pasadas: a otros libros y temas clásicos del terror. Pero Andrés Acosta visita estos lugares familiares y los renueva con versos que igual asustarán, divertidos, a los pequeños lectores. Tres registros de ilustración distintos acompañan los poemas e incrementan el tono terrorífico y el humor.

 

La oscuridad; Lemony Snicket; John Klassen

4. La oscuridad

Lemony Snicket y Jon Klassen, Océano, 2015

La oscuridad te observa todo el tiempo, desde cualquier rincón; espera detrás de la puerta, enfría las ventanas transparentes, hace crujir el techo, hasta que… «Hola, oscuridad», la saluda Lazlo, que no puede dormir. Y la oscuridad responde con una voz chirriante y aterciopelada, lo llama, lo levanta de la cama, quiere que busque, que recorra toda la casa, que baje las escaleras, que abra aquel cajón y entonces… 

Enciendan una linterna, igual que el pequeño Laszlo, y acepten la invitación de la oscuridad. Busquen en las ilustraciones llenas de negro, escuchen su voz susurrante, avancen atentos… Sólo recomiendo saltarse (o dejar para el final) una página llena de texto, sin ilustración, que aparece de pronto y rompe el ritmo del cuento. La identificarán fácilmente porque no tiene que ver con la historia. Quizás el autor quiso suavizar el tono, explicar algo o simplemente agrupar muchas palabras porque sonaban bien, pero en este caso, no aportan a la historia, que por otra parte, los mantendrá cautivos.

 

la-casa-del-dragon-y-otros-poemas5. La casa del dragón y otros poemas de horror

María Baranda. Ilustraciones: Carlos Vélez. SM, 2014.

No mires a los ojos a ese perro, / su corazón es niebla… Un poemario que además de retomar motivos y personajes de horror clásicos busca ampliar el inventario con otros más inesperados como un fantasma robanombres, una piedra expectante, una niña del hielo, el grito de una grieta y hasta un monstruo medio perdido. Los estilos de los poemas son variados: formas tradicionales de verso rimado, alguno recuerda a una retahíla, otro es una jerigonza, y de verso libre. También el ilustrador explora distintos estilos, siempre muy coloridos, que en algo recuerdan al universo Hayao Miyasaki. 

 

el-pozo-de-los-ratones6. El pozo de los ratones / Kimichime i oztotlkali

Pascuala Corona y David Daniel Álvarez, FCE, 2016.

Hace 25 años, Daniel Goldin publicó el primer libro de la colección A la Orilla del viento: El pozo de los ratones de Pascuala Corona. El cuento que da nombre al libro ha sido editado este año en un magnífico libro ilustrado y bilingüe (español-náhuatl) que agradecemos todos los seguidores de Pascuala (y que seguro le ganará nuevos adeptos). Hacedora de cuentos de hadas mexicanos, Pascuala bebe de los Grimm que no se andaban con rodeos: la acción transcurre vertiginosa y cruel. Uno de los argumentos más clásicos del cuento popular, el del príncipe convertido en sapo, se mezcla aquí con el de los hermanos o hermanas enviados por sus padres, uno a uno, a misiones que los saquen de la pobreza. Las primeras dos hermanas son aventadas al pozo de los ratones, donde serán devoradas vivas, antes de que puedan heredar la fortuna del príncipe sapo. Sólo la tercera de las hermanas aceptará la monstruosidad del príncipe (otro argumento clásico del tipo La bella y la bestia), pero la llegada de una terrible hechicera, Pancha, los separará. Las ilustraciones dan un tono más endemoniado al relato, ilustraciones como conjuros con rostros que parecen siempre condenados y que, incluso en el final feliz, tienen rasgos atormentados. En un futuro este libro quizá cambie de colección, de «A la orilla del viento» a los «Clásicos del Fondo». Los relatos de Pascuala Corona son ya nuestros clásicos mexicanos. 

 

7. El colegio de los chicos perfectos

Federico Ivanier. Ilustraciones de Alfredo Soderguit. Loqueleo, 2015.

La vida a los 13 años no es fácil. Ya no sé es niño, nadie te dice todavía «joven» y sigues plenamente a merced de los deseos de los adultos. Pero la vida de Alejandro a los 13 años es peor, parece un golpe de mala suerte del que apenas sobrevive para contar lo que le ocurrió cuando su madre decide cambiarlo de colegio, al Saint Beatrice. Allí todo tiene un aire rancio y perfecto, como la directora, Amanda Fontaine. Los chicos de nuevo ingreso miran con asombro a los que llevan allí un tiempo, los «perfectos», parece que están pero no están y hacen todo bien. Alejandro y Mariana, otra chica llevada a esa escuela contra su voluntad, se atreverán a entrar al sótano, el sitio prohibido, y descubrirán jaulas llenas de gatos, crisálidas gigantes y una enigmática esfera. Lo más espeluznante está por comenzar. Todo contado con la prosa perfecta de Federico Ivanier. ¿Guardará algún secreto para conseguir esa mezcla justa de humor y suspenso? ¿Vendrá de otro planeta? 

 la-mas-densa-tiniebla8. La más densa tiniebla

Toño Malpica y Joaquín Aragón, Ediciones El Naranjo, 2015.

Se dicen muchas cosas de él, algunos creen que es un espectro, otros que tiene un pacto con el diablo. A Karen no le importa, camina por el borde del pozo del señor Ander y… cae. Lo peor, sin embargo, será que el señor Ander la rescate, sólo para llevarla a otro encierro. Ahí estará obligada a escuchar sus tétricos relatos mientras intenta recuperar su libertad. Una historia, la de Karen, atravesada por otras historias. Un brillante ejercicio de apropiación y reescritura de cuentos clásicos de Hans Christian Andersen que exploran un lado más oscuro y retorcido. Entre el deseo de adivinar cuál es el cuento que está reescribiendo Malpica (¿El soldadito de plomo?, ¿La cerillera?, ¿El patito feo?) y ver qué nuevo final, qué escenario distinto imagina el autor, y el deseo de que Karen escape, los lectores se sentirán en una angustiosa pesadilla y no podrán dejar de leer hasta salir de ella. Las ilustraciones, todas ellas también oníricas, surrealistas y con fuerza plástica, terminan de cerrar este libro estupendo premiado por el Banco del Libro como uno “Los mejores libros para niños y jóvenes» de 2016.

 

el-gato-negro-poe9. El gato negro y otros cuentos de terror

Edgar Allan Poe y Luis Scafati, Libros del Zorro Rojo, 2009.

No espero ni solicito que crean el relato muy salvaje, y sin embargo muy hogareño, que voy a escribir. Estaría loco si lo esperase, en un caso donde hasta mis sentidos rechazan su propia evidencia. Sin embargo, loco no estoy, y con gran seguridad puedo decir que no sueño. En el cuento «El gato negro», Edgar Allan Poe consigue asustarnos porque le creemos. Si toda obra de ficción debe convencernos de que aquello que nos cuenta es verdadero, cuando se trata de terror conseguir este efecto es todavía más poderoso, se vuelve estremecedor. Sobre todo si la anécdota es casi doméstica y lo sobrenatural sorprende y horroriza. Dos cuentos más integran este libro: «El pozo y el péndulo» y «El entierro prematuro». Una triada de obras maestras de terror clásico que, en los trazos de Scafati, se revelan todavía más demenciales. 

 

el-gato-de-brasil10. El gato de Brasil

Arthur Conan Doyle. Ilustraciones: Manuel Marsol. Ekaré, 2016.

Una escritura impecable que no nos suelta: tan lúcida que debe ser verdadera, tan progresivamente palpitante que esperaríamos lo peor si no fuera porque sabemos que el protagonista sobrevive: él nos cuenta la historia. Así que, por encima de la horrorosa experiencia que se anuncia, está el enigma: ¿qué pasó? ¿cómo sobrevivió? Y eso hace al cuento todavía más envolvente. No podría ser de otra forma tratándose del creador del icónico Sherlock Holmes, ese gran experto en construir misterios. Las ilustraciones del versátil Manuel Marsol, recuperan el exotismo de los exploradores del siglo XIX, fascinados con la selva y sus bestias, con trazos gruesos y ondulados (como de pincel japonés y tinta china), expresivos, llenos de texturas, que proponen otras tantas incógnitas. 

 

el-misterio-de-la-casa-desierta11. El misterio de la casa desierta y otros relatos 

E. T. A. Hoffmann, Ediciones Castillo, 2016.

Igual que Poe, y anterior a él, abreva de la tradición romántica, pero renueva el género fantástico y detectivesco con sus personajes siempre al borde de la locura o ya perdidos en otro mundo desde el que acosan a otros. Una estupenda recuperación de cinco de sus mejores cuentos que hace justicia a un autor con frecuencia olvidado.  Sean testigos de las obsesiones, rencores, desventuras, crímenes y descubrimientos de hombres y mujeres que se sumergen en sus propios vacíos intentando encontrar una redención que no siempre llegará.

 

el-cuervo12. El cuervo

Edgar Allan Poe. UANL, 2015. 

Un verdadero hallazgo: el clásico poema de Poe, en el que un hombre desolado, que ha perdido a su amada, le abre la ventana a un cuervo, en muchas versiones. Primero, el poema original, en inglés, luego un ejercicio de traducción literal y en seguida cuatro versiones de Juan Antonio Pérez Bonalde, Ricardo Gómez Robelo y Rafael Lozano. Acompañado de noticias y apuntes críticos, un ensayo de Rubén Darío y otro texto de Poe: «La exégesis de El cuervo». La compilación de las versiones genera una especie de efecto cubista: al ver distintas «caras» del mismo texto, los significados van cobrando hondura y aumenta el impacto de la perturbadora visita.


Le Fanu_Carmilla_Forro.indd13. Carmilla

Joseph Sheridan Le Fanu. Ilustraciones: Ana Juan, FCE, 2013. 

Arquetipo perfecto de la vampiresa o la hechicera, seductora y fatal, encarnación de la bruja oriental o güishin, Carmilla es muchas cosas: todas conducen a la muerte. El paulatino devenir de los acontecimientos, clásico en el terror romántico que poco a poco revela el costado escalofriante de la realidad, les helará la piel. Laura, una joven que vive aislada en un castillo con su padre y sus sirvientes, hospeda a otra joven con la que establece una tormentosa y vehemente relación. Los eventos sobrenaturales parecen tener siempre una explicación lógica: quizá todo sea producto de una enfermedad perfectamente curable. Aunque si es enfermedad, ésta avanza cada vez más sobre Laura que, como aquella mujer del almohadón de plumas, va debilitándose como si alguien le chupara la sangre. Las atmósferas boscosas y frías que crea este autor son sobrecogedoras y tienen un mayor efecto porque están contadas en primera persona: leerán el testimonio escrito por la propia víctima de Carmilla. Las sombrías y exquisitas ilustraciones hacen la historia todavía más memorable… y aterradora.

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Ilustración de Ana Juan.

 

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Ilustración de portada de Jon Klassen

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