Estos libros vienen garantizados, no se descomponen tras la primera página ni empiezan a hacer ruidos extraños al final. Cumplen lo que prometen: enamoran.

Son clásicos, nuevos clásicos y posibles clásicos: seis títulos para no perderse en la vasta oferta editorial. Seis libros que no fallan.

 

frankensteinFrankenstein o el moderno prometeo 

Mary W. Shelley. Ilustraciones de Lynd Ward. Sexto Piso.

“Vamos, enemigo mío. Todavía tenemos que luchar a muerte, pero hasta que llegue ese momento tendrás que sufrir muchas horas de duro tormento”, le dice el monstruo a su creador, Victor Frankenstein.

Como obra literaria, Frankenstein o el moderno Prometeo es también un monstruo de dimensiones mayúsculas. Una novela gótica (pionera de la ciencia ficción) de una joven de 19 años, Mary W. Shelley, que combina la epístola con los monólogos; que resuena a Milton, Shakespeare, Dante y Goethe, y cuya humanidad y lirismo atraparán a los jóvenes lectores. Hay una crisis interna tanto en el monstruo como en su creador que evoluciona de una manera terrorífica y que sorprenderá a todos los que tengan la imagen cinematográfica del gigantote soso, de cabeza plana y dos tornillos en el cuello. El monstruo de Shelley es mucho más aterrador y al mismo tiempo mucho más humano. Sin duda, a muchos lectores adolescentes aquejados por tantos cambios físicos podría resonarles particularmente su drama.

“Mi aspecto era horroroso y mi estatura gigante. ¿Qué significaba esto? ¿Quién era yo? ¿Qué era yo? ¿De dónde había venido? ¿Cuál era mi destino? Me preguntaba esto una y otra vez, pero era incapaz de encontrar la respuesta”.

El trabajo editorial de Sexto Piso por recuperar este clásico con los grabados expresionistas de Lynd Ward, un epílogo de Joyce Carol Oates y la traducción de Rafael Torres es notable. La edición, en tapa dura y con un atractivo diseño, dignifica al texto tantas veces publicado en ediciones rústicas con letra ilegible y portadas que asustan (y no para bien).

Atiendan, pues, el llamado del monstruo de Frankenstein: “Por las virtudes que una vez poseí, os lo pido. Escuchad mi historia. Es larga y extraña…”.

 

higo2El higo más dulce

Chris Van Allsburg. Fondo de Cultura Económica.

Este escritor e ilustrador fascina porque inquieta. Todas sus historias e imágenes asombran, tienen algo perturbador, casi terrorífico, con finales abiertos que disparan la imaginación. El higo más dulce es una excelente muestra. Recupera ese elemento mágico del cuento de hadas, en el que una anciana da un fruto o un objeto con un poder especial que trae la dicha o la desgracia del protagonista, y lo ubica en un contexto cotidiano. Allsburg va soltando pistas del posible desenlace en la construcción de sus dos personajes principales, pero mantiene la tensión y el misterio página tras página. ¿Qué concede el poderoso regalo que una humilde paciente ofrece a monsieur Bibot?

Como siempre, reconocer a Daniel Goldin al traer, en su momento, los libros de Allsburg al Fondo de Cultura Económica. Recientemente se publicó 

 

Sara la cirquera_FcatSara, la Cirquera

Gudrun Mebs. Ilustraciones de Quint Buchholz. Castillo.

Si la pequeña Sara se va con el Circo, ¿qué podría hacer en medio de la pista? ¿balancearse en el trapecio o lanzar cuchillos? ¿Se reirían de ella? Para primeros lectores esta breve historia que, de manera sensible, realista y divertida, aborda el sueño de una niña que quiere ser cirquera. Aunque no tenga formato de libro álbum, el texto y las imágenes dialogan como en un álbum y fortalecen ambos discursos. El realismo de las ilustraciones del genial Quint Buchholz, con una plasticidad muy onírica, los animados diálogos y la narración sin adornos de Gudrun Mebs deslizan con facilidad y belleza este relato entrañable. Sobresale la construcción del personaje y su pequeño viaje, bien entendido desde la perspectiva de la niña.

 

mago de oz.inddEl Mago de Oz

L. Frank Baum. Ilustraciones de W. W. Denslow. Debolsillo

Si Alicia desciende por un agujero, Dorothy se eleva en ese tornado que es también una especie de túnel elevado que la transporta a otro mundo. Las dos son portadoras de un universo infantil en constante cambio que ha marcado el imaginario de generaciones de lectores. Baum quería reinventar el cuento de hadas, eliminando las «horribles peripecias», “las penas y las pesadillas” y manteniendo el “asombro y la dicha”. Menos mal que no lo logró. Ser arrastrado por un tornado o secuestrado por monos que vuelan no parece el ideal de dicha para nadie (Y ya nos explicó Bruno Bettelheim que un poco de pena y terror son necesarios para enfrentar la vida). Sin embargo, tal vez algo de esa intención se haya colado en muchos de los estereotipos de bondad que circulan en el libro.

Como sea, volver al relato original es una garantía de fantasía y acción, con una variedad de personajes y aventuras que atrapan hasta al más distraído, y que hicieron que se creara una fascinación alrededor de Oz. Baum recibió tantos elogios, tantas cartas de niños y niñas que querían más de Oz que, pese a que él no lo deseaba y se resistió durante cuatro años, terminó cediendo y escribió ¡13 libros más! Dicen que no hay que esperar mucho de la serie completa, parece que solo el segundo libro y alguno de los últimos valen la pena (cualquiera es difícil de conseguir). Por lo pronto la reciente edición de Debolsillo del primer libro, con las ilustraciones originales, es un buen pretexto para elevarse por los aires.

cuento del conejoCuento del Conejo y el Coyote

Natalia Toledo. Ilustraciones de Francisco Toledo. FCE.

“Quiero contarles, a mi manera, la historia de Conejo y Coyote, inspirada, a su vez, en la versión que me contó mi padre cuando yo tenía ocho años, a la orilla del río de las nutrias, en una casa con un cielo lleno de murciélagos”, dice Natalia Toledo para introducir su versión zapoteca de este cuento. Una anécdota tan visitada y con tantas variantes (en casi cada continente) del pícaro conejo que engaña una y otra vez al coyote, para que no lo devore. Sobresale la cosmogonía zapoteca en las palabras de Natalia que, por supuesto, se corresponde mágicamente con las ilustraciones Toledo. Con él, los protagonistas cambian de colores y de tamaños de una página a otra (en placas, como tira cómica), igual que deidades rústicas que usan el mundo como les place. Este es un libro imprescindible no solo porque acerca a la tradición ancestral de relatos indígenas y a la obra de uno de los más contemporáneos e inclasificables artistas de México, sino porque, fundamentalmente, es un excelente cuento. Con un final mítico.

 

jack-y-la-muerteJack y la muerte

Tim Bowley. Ilustraciones de Natalie Pudalov. Conaculta y OQO Editora.

Una reescritura del cuento tradicional escocés La muerte en una nuez, quizá demasiado cruda para algunos lectores, aunque necesaria para otros. A diferencia del ya clásico El pato y la muerte de Wolf Erlbruch, Jack y la muerte no tiene tantas sutilezas ni es tan juguetón (ni en el texto ni en la ilustraciones). Su mensaje es tan claro que la muerte misma lo expone así: “Quizá ahora entiendas que no soy enemiga de la vida. Ella y yo somos las dos caras de una misma moneda. Sin mí, la vida no existiría”. Ese momento en la historia y el párrafo final del cuento me parecen innecesariamente explícitos. Sin embargo, las preguntas, la trampa que Jack le hace a la muerte y lo que esto desencadena son páginas brillantes que dan un sentido más poético al libro.

 

6 Comentarios »

  1. ¡Hola Adolfo! , recién termine de leer «La familia imaginada» , ahí mencionas el libro «El higo mas dulce», ya leí la reseña aquí ¿Tú lo consideras adecuado para mis niños? soy fiel creyente de que eso de las edades, es un poco subjetivo, pues tiene que ver más con su experiencia como lectores, la cosa es que este año los niños tienen entre 3 y 4, ¿Qué dices me arriesgo? tal vez puedo leerlo poco a poco.
    Por cierto ese texto de «La familia imaginada», es simplemente magistral! Saludos

  2. Hola Adolfo, ¡qué buena tu selección!!, quiero leerlos todos!! pena que por aquí no llegan estos tesoros. Los voy a buscar por internet para enterarme un poco más… Me fascinó «Los misterios del señor Burdick» de de Chris Van Allsburg y coincido contigo en lo casi terrorífico… Muchos saludos!!
    Verónica Linares

    • Muchas gracias Verónica y María Azucena. Verónica, ¿qué recomendación nos puedes hacer de algún libro editado en tu país? Vives en Bolivia ¿cierto? Saludos a ambas. ¡Gracias por seguir el blog!

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