A continuación encontrarás enlaces a estudios de posgrado, seminarios y otros cursos en los que participo y cuya convocatoria está abierta.
Un mapa de Nunca Jamás / Laboratorio Emilia
Yo, mediador / Troquel
Máster en Libros y LIJ / UAB
Ha nacido una estrella / Anatarambana
Próximas presentaciones:
Por acá ando como en tres pistas: presentando mis libros, impartiendo talleres para niños, niñas y jóvenes y dando charlas a especialistas.
36 Congreso Internacional de IBBY
Congreso Internacional de Lectura IBBY Cuba
Feria del Libro de Minería
Feria del Libro de Minería
Colaboraciones:
Instituciones de las que he recibido apoyo para investigación o becas de creación artística o con las que colaboro como lector voluntario, consultor o profesor.
En esta breve defensa de una literatura infantil y juvenil alejada de los estereotipos, las clasificaciones y los baños de pureza, Martha Riva Palacio Obón propone a los escritores ahuyentar […]
En esta breve defensa de una literatura infantil y juvenil alejada de los estereotipos, las clasificaciones y los baños de pureza, Martha Riva Palacio Obón propone a los escritores ahuyentar los prejuicios alrededor de la edad de sus lectores y los temas que les son «adecuados», para lanzarse en una búsqueda profunda dentro de sus propias grietas.
En 1885 Louisa May Alcott criticaba a un colega suyo, Mark Twain, por escribir una novela que dañaba las mentes «puras» de los niños, Las aventuras de Huckleberry Finn, y lo invitaba a que dejara de escribir para ellos si no tenía algo «mejor» que decir. Una censura que recuerda la reciente iniciativa por retirar de librerías 75 consejos para sobrevivir en el colegio (guardadas las distancias entre las obras), porque «incita a la desobediencia y otras aberraciones que no deberían ser enseñadas a una audiencia tan manipulable e influenciable».
Pero escribir en la franja, como dice Riva Palacio, implica experimentar, desobedecer y dejar ya de creer que los niños y jóvenes son lectores incapaces.
Ilustración de Miren Asiain Lora.
ESCRIBIR EN LA FRANJA
por Martha Riva Palacio Obón*
La Literatura Infantil y Juvenil no es un bloque compacto que inicie con la infancia y termine con la adolescencia. En realidad tiene muchas fracturas, vacíos y zonas indefinidas que se empalman entre sí poniendo en jaque a las categorías tradicionales de clasificación. ¿Cuándo termina la adolescencia y cuándo inicia la vida adulta? No hay un botón de encendido o de apagado. Madurar es un proceso cíclico en el que es posible experimentar crisis que pertenecen a una etapa anterior del desarrollo. Somos cajas de resonancia y en un mismo día podemos ser niños, adolescentes o adultos. Pensar en la edad como proceso implica salirse de la zona de seguridad y permitir que se diluyan las fronteras impuestas por el orden establecido. Lo cual puede resultar incómodo para muchos. La Literatura Infantil y Juvenil es un campo de batalla en el que varias ideologías luchan entre sí intentando imponer su supremacía. Y no hay nada que me aterre más que esta corriente que pretende defender la pureza.
La paradoja es que con frecuencia los niños y los jóvenes quedan atrapados en situaciones que, desde el punto de vista del canon tradicional de la Literatura Infantil y Juvenil, no son parte de su universo. Por un lado, el poder los coloca en la línea de fuego, y por otro, se proclama defensor de su inocencia. ¿Y nosotros? Nosotros con frecuencia nos quedamos en el “como si…”, como si fuéramos a hablar de lo que nos importa pero sin entrarle de lleno. Los lugares comunes son la compulsión a la repetición, el impulso de muerte enquistado en una metáfora. Por eso es necesario escribir y reescribir hasta encontrar nuestra verdadera voz. (Sigo buscándola, a veces me parece oírla pero todavía me falta mucho, por cierto.)
El punto es que si quiero conmover a los demás, debe importarme lo que digo y para que me importe, es necesario tomar riesgos y voltear a ver siempre dónde estamos parados. No es lo mismo escribir, por ejemplo, un poemario que trata sobre el goce de ser niña en Inglaterra durante la época Victoriana a hacerlo en México a principios del siglo XXI. Hablar de ser niña con toda su locura y pasión en un país en el que la cifra de feminicidios es escalofriante, es en sí un acto de resistencia. Escribir para reafirmarse y decir, “¡Aquí estoy y no me voy!” Escribir para convertimos en ese cuenta cuentos, que de acuerdo con Walter Benjamin, toma prestada de la muerte la autoridad para narrar al mundo.[1]
Y para conseguir esto, hay que hurgar entre las grietas y llegar hasta ese punto de quiebre en el que nuestro concepto de Literatura Infantil y Juvenil se desfigura permitiéndonos expandir nuestro panorama más allá de un universo escolarizado. Escribir para confrontar lo impronunciable, lo abyecto. Concebirnos a nosotros y a nuestros lectores no como estructuras fijas sino como proceso. Jugar con la noción de orden y entropía para poder volvernos el conejo blanco, la voz del deseo que deja en suspenso el tiempo y la geografía para transportarnos más allá del “había una vez…”
Pero si logramos jugar con fuego sin quemarnos es porque hay un aprendizaje de por medio: La catarsis de la que habla la Poética de Aristóteles. Pero la liberación no significa que nos deshagamos de nuestras pasiones sino que, al proyectar en el texto nuestro objeto del deseo, nos volvemos capaces de nombrarlo. Y tal como sucede con Rumplestiltskin cuando la joven reina adivina su nombre, en el momento que nombramos a los demonios que nos acosan, éstos se transforman en algo más. Hay una sublimación. Sin embargo hay que tener cuidado, porque la sublimación es un concepto engañoso. Si no lo analizamos más a fondo, corremos el riesgo de irnos a la dimensión de lo idílico y de lo políticamente correcto. Pero las metáforas también lo son en lo monstruoso, en el silencio terrorífico que anuncia la llegada de lo desconocido. En la creación también hay destrucción. Por algo es que a lo largo de su historia, la humanidad ha creado por igual historias que consuelan y que espeluznan. “La literatura está hecha de lo bueno y malo, de demonios y ángeles…”[2] ¿Qué es lo que hace que las metáforas funcionen? Que hablan de lo peor y mejor de nosotros alejándonos del campo de la literalidad y adentrándonos de lleno en lo simbólico. El relato, cuando cae en la literalidad, pierde su potencia. Se vuelve información.
No queremos que nos cuenten todo. Los textos demasiado explicativos, producen hastío porque no nos permiten soñar. Literalidad es correr detrás del conejo para descubrir que alguien tapió el agujero bajo el árbol. Porque son los silencios, las pequeñas ausencias en un cuento lo que nos dan espacio para reconfigurarlo. Es decir, que como lectores nos apropiemos de una narración y la internalicemos. Es, como dice Walter Benjamin, el oficio de narrar con precisión lo extraordinario, pero sin forzar la conexión psicológica para permitir que el lector o escucha interprete la historia a su modo. Esto da a las historias –en contraposición a la información- una amplitud insospechada.[3]
La literatura está hecha también de vacíos.
¿Y cómo queremos poder captar toda la complejidad y riqueza que puede haber entre las líneas de un relato si insistimos en quedarnos fijos en un mismo sitio? ¿Cómo crear un equilibrio entre Eros y Tánatos a la manera de David Almond en Arcilla si estamos más preocupados por no salirnos de nuestra casilla? ¿Cómo crear personajes tridimensionales si insistimos en vivir nosotros mismos en un universo bidimensional regido por el deber ser y los lugares comunes? ¿Dónde queda la experimentación y la búsqueda de nuestra voz (por más fantasmagórica que ésta parezca)?
Esto es un juego y en un mundo en el que la segregación parece ser la tendencia dominante, el cruzar fronteras entre disciplinas, géneros y edades puede ser la única manera de evitar la claustrofobia.
*Martha Riva Palacio Obón es escritora, artista sonora y maestra en Artes Visuales por la Escuela Nacional de Artes Plásticas de la UNAM. Es una de las escritoras más premiadas y prolíficas de México. En los últimos años ganó cuatro de los premios más importantes en LIJ: en 2011, el XVI Premio de Literatura Infantil Barco de Vapor por su novela Las sirenas sueñan con trilobites; en 2013, el XVIII Premio Gran Angular de Literatura Juvenil por su novela Frecuencia Júpiter, y el XX Premio FILIJ de Cuento para Niños y Jóvenes por su cuento Orfeo 00111001; y en 2014, el Premio Hispanoamericano de Poesía para Niños por su poemario Lunática. Su libro Haikú forma parte del Programa de Bibliotecas del Ministerio de Educación de Chile y del Programa de Salas de Lectura de CONACULTA. Las sirenas sueñan con trilobites fue seleccionado por la Biblioteca Internacional de la Juventud de Munich para integrarse a su catálogo White Ravens, que reconoce a los libros más notables del mundo. Más de Martha: en arbolrefugio.com
Periodista, escritor, investigador y mediador de lectura. Máster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil por la U. Autónoma de Barcelona. Jurado de premios de LIJ nacionales e internacionales, miembro de comités editoriales, profesor en instituciones y universidades de México y el extranjero y colaborador de bibliotecas y proyectos comunitarios de promoción lectora. Ha sido becario de la ONU, el FONCA, la Biblioteca Internacional de la Juventud en Múnich, el CEPLI en Cuenca y la Fundación de Cornelia Funke en California. Entre otros reconocimientos ha recibido el Premio Nacional Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2015 y The White Ravens 2017 por su libro El dragón blanco y otros personajes olvidados (FCE, 2016); y el Premio Antonio García Cubas 2019 del INAH al mejor libro y labor editorial, en categoría obra infantil y Los Mejores del Banco del Libro por Jomshuk. Niño y dios maíz (Castillo, 2019). Como antologador ha publicado La hoguera de bronce. Historias de selvas y ciudades (Secretaría de Cultura, 2017), Renovar el asombro. Un panorama de la poesía infantil y juvenil contemporánea en español (UCLM, 2019) y, próximamente, Cajita de fósforos. Antología de poemas sin rima (Ekaré, 2020). En todas sus áreas de especialización le interesa el diálogo directo con niños, niñas y jóvenes. Tiene un blog de periodismo especializado en literatura infanitl y juvenil: linternasybosques.com.
...
De niño me gustaba jugar a los desastres naturales, inventar cuentos y pasear en mi triciclo rojo.
Todos los domingos íbamos a la playa. Pero yo prefería los nortes del invierno. O brincar de una roca a otra en la selva de los Tuxtlas y no me importaba nadar en albercas con el agua verde.
Nací a medianoche, en los primeros minutos del 15 de agosto de 1983, en un cuarto de un hospital muy pequeño, que tenía una ventana por la que se veía un almendro. En Veracruz, México.
Espero envejecer como mis abuelos y que alguna vez alguien vuelva a mis libros para volver a su infancia.
---
He tomado talleres de crónica, narrativa y literatura infantil y juvenil con María Teresa Andruetto, Teresa Colomer, Marina Colasanti, Daniel Goldin, Brenda Bellorín, Cecilia Silva Díaz, Michèle Petit, Joëlle Turin, Jorge Volpi, Ignacio Padilla, Manuel Peña, Julio Villanueva Chang, Andrea Fuentes Silva, José Luis Martinez Suárez, José Homero, entre otros.
Tengo un máster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil de la Universidad Autónoma de Barcelona. Estudié Ciencias de la Comunicación, enfocado en Periodismo, y un certificado en Literatura en la Universidad de las Américas Puebla con la beca Excelencia Jenkins. Fui editor del periódico universitario y presidente de la asociación ambiental estudiantil.
Mi tesis de licenciatura, dirigida por Ignacio Padilla, fue una propuesta de revista de arte y ambientalismo que me hizo graduarme con Magna Cum Laude, obtener el Premio Estatal de Periodismo Luis Tecuapetla en Puebla y el segundo lugar del Premio Nacional de Trabajos Recepcionales del CONEICC. Una versión muy parecida de la revista fue adoptada por el periódico Reforma para publicarla bimestralmente con el nombre de “Verde” y continúa vigente.
Fui reportero y editor de suplementos especiales del periódico Reforma, donde constituí y edité varias revistas. He publicado mis textos en revistas digitales e impresas como Punto en línea, Picnic, La Peste, Pijama Surf, Letras Explícitas, Registro, México Desconocido, Revista Había Una Vez, Cuatrogatos, Ventana de Papel, Ciclo y Genial y Like (revistas y secciones infantiles y juveniles del periódico Reforma).
Fui elegido por el Banco Interamericano de Desarrollo como periodista representante de Latinoamérica para la cobertura del Primer Foro de Crecimiento Verde celebrado en Seúl, Corea del Sur; por las Naciones Unidas para cursar talleres de periodismo ambiental en Indonesia y Panamá; y por la embajada de Israel en México como periodista represente de Latinoamérica en la Conferencia de Tecnologías del Agua PRE WATEC en Tel Aviv.
Vivo en la ciudad de México desde el 2008. Escribo de viajes, medio ambiente y LIJ para el periódico Reforma.
Trabajo con grupos de promoción de lectura en primarias y en la Biblioteca Vasconcelos, y soy fundador de la biblioteca comunitaria BRINCO-Lectura.
Soy miembro de la Red Internacional de Investigación Universitaria en LIJ, por la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México. He impartido talleres y ponencias en diversos congresos y encuentros, y soy profesor invitado en los cursos de LIJ de la Universidad Nacional Autónoma de México y en A Leer/IBBY México.
También colaboro con la Dirección General de Publicaciones del CONACULTA, la revista chilena Había Una Vez y la Fundación Cuatrogatos.
Además soy educador ambiental certificado por el CECADESU.
Ha sido becario de la ONU (2010) y el programa Jóvenes Creadores del FONCA en dos ocasiones (2013-2014; 2018-2019); realizado estancias de investigación en la Biblioteca Internacional de la Juventud en Múnich (2017) y el Centro de Estudios de Promoción de la Lectura y Literatura Infantil, CEPLI, en Cuenca (2017), y residencias artísticas en el Centro de las Artes de San Agustín, Oaxaca (2018) y en California con la Fundación de Cornelia Funke (2019, 2020).
Es así, nunca hay que subestimar al público, los niños pueden entender diversos niveles del discurso narrativo en su inocencia y nosotros los adultos entendemos otros niveles, no hay porque encasillar al público en edades….
Blog de lectura crítica y periodismo especializado en literatura infantil y juvenil.
Soy Adolfo Córdova Ortiz, escritor, periodista, investigador y mediador de lectura independiente. Cursé el Máster en Libros y Literatura Infantil y Juvenil de la Universidad Autónoma de Barcelona en 2012-2013 y en enero de 2014 lancé este blog. He sido becario de la ONU, el FONCA, la Biblioteca Internacional de la Juventud de Múnich, el CEPLI-UCLM y la Fundación de Cornelia Funke. Colaboro con diversos medios impresos y digitales e instituciones de fomento a la lectura. Soy profesor invitado en cursos presenciales y en línea de varias universidades y he sido jurado de premios de LIJ nacionales e internacionales. He publicado libros y antologías para niños, niñas y jóvenes y para mediadores. Todas las entradas en este blog, salvo las etiquetadas como «Expertos invitados», son de mi autoría. ¡Bienvenid@s!
Blog ganador del Premio Latinoamericano de LIJ «La Hormiguita Viajera» 2016
Otorgado por la Biblioteca Popular Madre Teresa, Prov. de Buenos Aires, Argentina.
Mis libros
Cataplum, 2022. Los mejores libros para niños de la Biblioteca Pública de Nueva York 2022. Ilustraciones seleccionadas en el Nami Concours 2023 de Corea del Sur.
Casa Gallina, 2022. Descarga gratuita. Clic en la imagen.
Ekaré, 2021. Los mejores del Banco del Libro de Venezuela 2022, Recomendado Premio Fundación Cuatrogatos 2022, The White Ravens 2022.
Ekaré, 2020. Premio Bologna Ragazzi de poesía 2021. Los Mejores del Banco del Libro 2021. Premio Fundación Cuatrogatos 2022. Selección OEPLI 2022.
FCE, 2020. Premio Los Mejores del Banco del Libro de Venezuela 2021. Recomendado por la Fundación Cuatrogatos.
Alboroto Ediciones, 2019. Postulado a Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes 2020 del Banco del Libro. Recomendado Premio Fundación Cuatrogatos 2021. Favorito del Comité Lector de IBBY México en su Guía de Libros Infantiles y Juveniles 2021. Seleccionado para la Biblioteca SEP Centenaria 2022 en edición bilingüe Maya-Español.
Ediciones Castillo, 2019. Mención Honorífica del Certamen Internacional de Literatura Sor Juana Inés de la Cruz 2015, en categoría poesía infantil. Premio Antonio García Cubas 2019 del INAH al mejor libro en categoría obra infantil. Mención Honorífica del Premio de Ilustración del Festival de Lectura de Sharjah en Emiratos Árabes 2019. Favorito del Comité Lector de IBBY México en su Guía de Libros Infantiles y Juveniles 2020. Recomendado del Premio Fundación Cuatrogatos 2020. Premio Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes del Banco del Libro 2020. The BRAW Amazing Bookshelf 2022 a los 100 mejores libros de la Feria del Libro de Bologna. Seleccionado para la Biblioteca SEP Centenaria 2022 en edición bilingüe Nuntajiiyi-Español.
CEPLI-UCLM, 2019.
Secretaría de Cultura, 2017. Postulado a Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes 2018 del Banco del Libro. Seleccionado Programa Nacional de Salas de Lectura 2018. Seleccionado en Guía de Libros Infantiles y Juveniles de IBBY México 2020.
Fondo de Cultura Económica, 2016. Beca Jóvenes Creadores FONCA 2013-2014. Premio Nacional Bellas Artes de Cuento Infantil Juan de la Cabada 2015. Seleccionado SEP 2016. Seleccionado The White Ravens 2017 de la Biblioteca Internacional de la Juventud. Finalista Premio Fundación Cuatrogatos 2018. Premio Los Mejores Libros para Niños y Jóvenes del Banco del Libro 2018. Programa Nacional de Salas de Lectura 2018.
Secretaría de Cultura, 2016.
Pearson, 2015. Postulado a Los mejores libros para niños y jóvenes 2016 del Banco del Libro. Guía de libros recomendados de IBBY México 2017 y Recomendado en el Premio Fundación Cuatrogatos 2017.
Reblogueó esto en Doryroro's Blog.
Es así, nunca hay que subestimar al público, los niños pueden entender diversos niveles del discurso narrativo en su inocencia y nosotros los adultos entendemos otros niveles, no hay porque encasillar al público en edades….